jueves, 25 de junio de 2015

Primer año godellesco

Hace un año que encontré el apartamento godellesco. Ahora mismo estoy en la terracita escribiendo esto. Son las ocho de la tarde, me encanta esta hora en verano, el sol rojizo de poniente se recrea entre la torre y los pinos. Y yo callado, observando la belleza.
Me he puesto a pensar en las cosas que han pasado en lo que llevamos de año, bueno que me han pasado a mi, que para eso este es mi blog.
La verdad es que llevo un año duro, repleto de sensaciones extrañas y tan importantes como la muerte y la vida.
A mi padre lo encontró mi hermano Ignacio tendido en el suelo de su habitacion la mañana del 13 de febrero. Recuerdo que fui a su casa el día anterior y quedamos para comer ( pierna de cordero asada) el lunes siguiente. Yo estaba muy contento porque parecía que la relación entre mi padre y yo comenzaba a fluir tras muchos años fríos.
Un ictus le ha postrado en silla de ruedas.
La vida. Esa bestia salvaje que te sorprende cuando menos te lo esperas, que te hace dudar en tus sueños si serás capaz de correr tan aprisa. Que te atrapa y te hace vulnerable y quieres contárselo a ...
La Vida.
Comienza a irse el sol y ahora pienso que quizás sea capaz de encontrar siempre ese resquicio de belleza.
Alea iacta est


No hay comentarios: