Casi nadie en el metro dirección Lliria. Son las 11hrs. Y me dirijo a La Eliana a hacerme un almuerzo para empezar con algo sólido en el estómago. Todo estupendo. Una vez almorzado me dirijo, de nuevo en metro y siempre con la bici, hacia Lliria.
Una vez allí, comienzo el ascenso al casco antiguo y ya que estoy a Sant Miguel! un montecito cercano. Llego casi sin respiración, lo que me obliga a descender de nuevo hacia la corte. Una vez allí me atrinchero en una terraza próxima al ayuntamiento y doy buena cuenta de una cerveza fría. Pasacalles de diversas fallas hacen acto de presencia, desfilando ataviados a la antigua usanza. Bandas de música les acompañan. La luz es cegadora y me obliga a usar gafas de sol, los cortesanos y cortesanas lucen sus galas de domingo, dan cuenta de unas cervezas y hablan entre sí, mientras los niños tiran petardos.
Un señor mayor me observa mientras mantengo el equilibrio en la bici, un coche me agobia bajando hacia el camino del metro y tengo que desviarme. Por ese motivo encuentro una terracita con toldos, en la que descansó, me tomó una volldam y leo un poco.
Cuando me place, cojo la bici y continuo camino al metro(siempre de bajada). Veo un restaurante oriental y entro para ir al lavabo. Lo que me encuentro es increíble. Un local enorme, nuevo,reflecta mente decorado y limpio. Una chica española jovencísima en la entrada, con las manitas detrás, me recibe con una sonrisa, una señora oriental de unos 60 años se acerca. Una chica oriental come en silencio de espaldas a la puerta. El enorme salón está vacío, no hay absolutamente nadie, a excepción de la chica que come en silencio.
Me dejan amablemente ir al lavabo, a cambio les compró una cerveza de bote. Es todo lo que puedo hacer. Me dirijo a la estación de metro y allí decido armarme un finito mientras llega el metro.
Ya de vuelta decido parar en paterna y comprar unos masclets.
Un día estupendo!!.
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