Este verano he vuelto a trasladarme a la Corte. He alquilado una habitación cerca del Mestalla, el barrio está bien, se pùede ir al centro andando y hay sitio para aparcar.
Hoy se ha ido Philipin, una chica francesa a la que apenas he visto porque no salía de su habitación, tan solo algún encuentro furtivo en la cocina a las siete de la mañana.
También habita la casa Denisio, un italiano del sur. Parece buen tipo, estudia filosofía y hemos compartido algún partido de futbol, incluida la derrota de España ante Brasil de ayer domingo por la noche.
Esta tarde, cuando volvía de mi paseo vespertino, he visto que la habitación de la entrada estaba ocupada con maletas. Hay una nueva chica en la casa, se llama Marta y no se de donde es.
Lo malo es que no hay terraza y no tengo donde fumar. De momento me dejan fumarme algun cigarro en la ventana del salón. Es pero que no endurezcan las reglas. Ninguno de los dos fuma.
No se si llegará algún habitante mas, hay una habitación libre.
Mi habitación es pequeña, la cama y la ventana también, pero no está mal.
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