ërase una vez una manada de lobos muy numerosa y cuyo territorio se extendía por varios valles.
Como en toda manada de lobos (y de otras especies) el que cortaba el bacalao era el macho alfa,luego el beta...
Un buen día,tras una larga jornada de cacería,la manada se encontraba alimentándose alrededor de la presa.En ese momento era el macho alfa el que, haciendo gala de su posición dominante,daba grandes tientos al venado gruñendo abundantemente y lanzando tarascadas a todo el que hacía amago de acercarse.
Toda la manada le observaba,impaciente,guardando su turno.Entre los observadores se encontraban nuestros dos protagonistas,un lobito joven y hambriento un lobo viejo y no menos hambriento.
Como ninguno de ellos ostentaba rango superior en la manada,uno era demasiado joven y otro demasiado viejo, debían esperar a los despojos.
Evidentemente el lobito joven ignoraba este pequeño detalle,ya que al cabo de unos momentos y tras observar al resto de la manada,se acercó sonriente moviendo el rabo como diciendo buen rollito al venado del que en ese momento daba buena cuenta el macho alfa.En cuanto éste se dió cuenta de la aproximación del lobito joven,arremetió contra el con tal brutalidad,por otra parte totalmente inesperada por el lobito jóven, que éste salió despedido rodando ladera abajo con resultado de heridas y magulladuras varias.
El macho alfa,como castigo por tal atrevido comportamiento,expulsó al lobito joven de la manada con efecto inmediato y de malas maneras.Por supuesto nadie se atrevió a decir esta boca es mía y defender o al menos, interceder por el lobito joven.Los machos alfa ya sabemos la mala ostia que se gastan en esos menesteres.
Pero el lobito viejo había estado obsevando la jugada desde su posición y al ver al lobito jóven alejarse solitario y malherido y tras hacer breve cálculo de lo que le quedaba por vivir en la manada,decidió partir tras los pasos del lobito joven.
A partir de ese momento decidieron caminar juntos y llegaron a un acuerdo de convivencia.El lobito viejo le enseñaría al joven todos aquellos trucos que había aprendido en su larga vida y el lobito joven cazaría y realizaría las labores mas arriesgadas y con mayor exigencia física, en beneficio de ambos.
De esa forma,el lobito viejo le enseñó como curar sus heridas,también le enseñó a entrar en las aldeas cercanas en medio de la noche y trincar unas gallinas bien cebadas o lo que se terciase.El lobito joven ejecutaba con diligencia y total confianza todas aquellas acciones que el lobito viejo le encomendaba.
Una noche,el lobito viejo quiso acompañar al lobito joven en una escaramuza rápida a una aldea con el objetivo de conseguir algo de alimento y cuando se encontraban en el interior de un corral apareció la muerte disfrazada de pastor con escopeta.Ambos lobos iniciaron la huída con presteza,un trueno ensordecedor se hizo dueño por breves instantes de la oscura noche de luna nueva y el lobito viejo no pudo saltar la alambrada del corral,quedó tendido inmóvil.El lobito joven tras unos segundos de indecisión salió pitando del lugar gracias a la agilidad de su juventud y aunque se pasó las noches siguientes auyando no obtuvo respuesta alguna del lobito viejo.Pero si de una lobita que andaba por la zona.El lobito se enamoró de inmediato, en mitad del bosque las cosas no están para milindres.Así que juntos buscaron un territorio libre de manadas y fundaron la suya propia.El lobito joven se había convertido en un lobo adulto y experimentado gracias a su mentor el lobito viejo.
este cuento tiene varias aplicaciones:
1ª- hay que aprovechar las sinergias que se crean en la colaboración entre varios indivíduos para la consecución de objetivos beneficiosos para el grupo.
2ª- hay que alejarse de los machos alfa agresivos y con mala ostia
3ª- cuando te cruces con una lobita no te lo pienses demasiado...
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