Me gustaría que un día nos encontrásemos en algún lugar lejano. Donde nadie nos observara, así por casualidad. Ese lugar tendría playas de arenas blancas. Tendría caminos serpenteantes entre olivos y pinos. Tendría un sol generoso que te esculpiría como a una antigua escultura greco romana, matizaría tu piel y haría todavía mas azules tus ojos.
Yo saldría a correr contigo por sendas de montaña a riesgo de sufrir un infarto fulminante en el lugar inadecuado. Haríamos el amor por la noches, pero por las mañanas y las tardes también.
Te regalaría una flor silvestre no comprada y te llamaría por nuestro nombre secreto. Te haría fotos sin parar y tu te reirías siempre, menos en una.
Te vería dormir en un vagón de tren regional y daría gracias a Dios por el paisaje (también había naranjos y arrozales).
Dormiríamos en un velero y desayunaríamos en una terraza justo frente a la piscina donde te darías tu primer baño.
Hoy he intentado hacerme una pizza con salsa S. pero me ha salido fatal, sin ti no es lo mismo.
Lo volveré a intentar, si el azar lo permite!!
sábado, 16 de noviembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario