martes, 5 de noviembre de 2024

Riada Octubre 2024 en Valencia

Esta mañana por fin me he decidido. He cargado una bolsa llena de jabón, desinfectante, toallitas para bebes, gel y otros productos de higiene y me he encaminado a la zona de la riada. He dejado el coche en Malilla (El Metro no funciona desde el martes pasado) y he ido andando cruzando el nuevo cauce del rio Turia por el Puente del barrio de la Torre. En cuanto se llega al otro lado del puente es como entrar en un escenario de guerra, la devastación, gente caminando llena de barro en todas direcciones, policías, militares, ambulancias. El hedor que sale de las plantas bajas destrozadas por el agua no se puede describir. He entrado en un Casal fallero donde repartían comida y productos de higiene a la gente del pueblo que esperaba haciendo cola con rostros que transmitían una tristeza y dolor profundos, he pedido permiso para que me dejaran pasar para entregar la bolsa, enseguida me han abierto paso. Al salir un señor me ha dado las gracias con una mirada que me ha conmovido.

miércoles, 19 de junio de 2024

El asiento vacío

Con destino Roma, ha despegado esta mañana un avión con un asiento vacío, el mío. Esta vez no aterrizaré en Fiumiccino ni en Ciampino. No me subiré, sembrado de dudas al tren que me dejará en la estación de Trastévere. No me daré una ducha rápida en la habitación que tampoco habré alquilado. No me despertaré desorientado ni bajaré adormilado al café donde el mismo camarero de siempre no me servirá un café americano con un cornetto simplice y un segundo café per portare via. No bajaré a la calle, buscando impaciente pero contento la Via di Vall Tellina sorteando el caotico tráfico romano. Ni pasearé al atardecer por Via Giovanni Batista Canovi para desembocar en la Circumcalaccione Giannicolense y llegar a Villa Panphilli. No prolongaré mis pasos a la manera de Jepp Gambardella recitando a media voz, casi susurrando aquello de "io non volevo essere semplicemente un mondano". No abrazaré a Massimo ni a Daniella, no recibiré la mirada escrutadora de Mar. No me tomaré un café y otro y otro mientras observo el devenir romano y el devenir romano me observará a ami con su exigencia elegante. No me dejaré llevar por la Belleza decadente mientras saboreo una copa de vino rosso. Ni la grandeza del Colisseo abrumará mis pensamientos mientras sorteo centenares de turistas apresurados por captar momentos y lugares que jamás podrán apreciar en el escaso y limitado fragmento del tiempo. Y, finalmente, no estrecharé entre mis brazos a una Nena a la que nadie, nadie, puede imaginar cuanto quiero. Ni se acercará a mi tímida, vergonzosa y silenciosa como un animalito inquieto pero curioso, para finalmente darme un beso breve. Y con ese beso resurgirá la Vida y tendré para seguir contento un tiempo infinito. Infinito como tú, infinito como Roma. Como Egle. Jose Toledo. Junio 2024

martes, 7 de mayo de 2024

martes, 17 de mayo de 2022

Poema a Mar

Quizás pienses que olvidado de tí, soy. Y a la sazón regreses de aquella cálida mañana, nuestras miradas desconocidas, cruzáronse. A mi memoria vienen, señora mía, perfumes preciosos de naranja y jazmín, de tu pecho ofrecidos, que digo cientos...mil! Como sirena de proa, de mi corazón turbado, los mares cruzando vais. Mi dolor no os alborote, bella mía, pues el que aquí os escribe, prendado de vos vive. Y no dudeis jamás, Cosa mía, que vuestra ausencia llora y os ama. Y deseandoos Buon Natale, se despide, os besa y basta.

martes, 5 de abril de 2022

REENCUENTRO GODELLESCO MARZO 2022

Lo hemos pasado estupendamente. Hemos ido al Oceanografic (por segunda vez) a la nena le gusta mucho ver los delfines, el escualo y la beluguina. Vinieron Merino y Martita y estuvimos tirando petardos en el Molí. También fuimos a la Cañada con la yaya Chon y jugamos la partideta de tenis. Egle lo pasó muy bien jugando con su prima Valentina. Los regalitos les gustaron mucho a Mar y a Egle. Bajamos a la Corte varias veces a ver fallas y pasear por el Carmen y, por su puesto, a tomar las ostras que quería Mar. En el apartamento godellesco teníamos puesto el chill y por las mañanas hacíamos un rato de escoleta con los cristales de la terracita como pizarra. Hemos estado bien y la nena ya tiene 6 años (ya es mayor)